
El busto del emperador Augusto
(Foto: Jta. Andalucía)
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La obra, que es de
propiedad particular y está en depósito provisional en el
Museo Arqueológico de Sevilla, es una pieza excepcional en
España tanto por su calidad artística como por tratarse del
único retrato del emperador datado en la antigua Hispania
durante su mandato (27 a.C.–14 d.C.). El busto fue descubierto en 1955 cuando se
desarrollaban labores agrícolas en una zona muy rica
en restos arqueológicos donde, según las fuentes
documentales, se asentó la población romana de
Flauium de Axati. La escultura del emperador Augusto es de mármol blanco y
de tamaño algo mayor que el natural. La labra de la
base del cuello indica que formó parte de una
estatua de cuerpo entero en la que el emperador
podría manifestarse como máxima autoridad militar o
magistrado.
El retrato destaca por la fuerte expresión del
rostro y la mirada profunda, que transmiten las
cualidades de dignidad, majestuosidad, firmeza,
solemnidad y clemencia, inherentes al título de
augusto. El esculpido del pelo es realista y
laborioso, aunque la parte trasera de la cabeza está
simplemente esbozada, debido a la probable
colocación de la escultura dentro de una hornacina.
El busto de Lora del Río, que ha sido comparado con
el de los Museos Capitolinos de Roma, presenta una especial
significación vinculada a los inicios del proceso de
difusión del poder imperial. |