Este proyecto de señalización se une a la ‘Guía de
Árboles Singulares de La Rioja’ que el Gobierno de
La Rioja editó en el año 2009 con información del
Inventario de Árboles Singulares de La Rioja
ampliada con datos de interés sobre la biogeografía,
historia y localización de los ejemplares.
Curiosidades de los árboles singulares
La mayoría de los árboles singulares sobresalen por
su tamaño fuera de lo común, elevada edad, belleza,
rareza, valores históricos o populares, importancia
paisajística u ornamental y, en la mayoría de los
casos, por varias razones a la vez.
La tipología de los lugares donde se sitúan es muy
variada, desde el ámbito estrictamente urbano como
plazas y jardines, hasta el ámbito forestal en
lugares de difícil acceso, pasando por entornos
agrícolas.
El plátano de Torremontalbo, con sus 43 metros, es
el árbol más alto de La Rioja y le siguen los chopos
lombardos de la arboleda de la fuente Los Linares,
en San Román, tres magníficos ejemplares que
sobrepasan los 30 metros de altura.
Por especies, en la clasificación de los ejemplares
más altos, el puesto de cabeza es el haya. De los
diez árboles singulares más altos de La Rioja, tres
pertenecen a esta especie: el haya de Ortigosa, un
ejemplar de más de 400 años con 28 metros de altura;
el haya de los pastores de Ezcaray, que alcanza 26,5
metros, y también con esa misma altura figura el
haya de Los Carrias, en San Millán de la Cogolla.
El milenario Tejo de Anguiano es el árbol singular
más longevo de La Rioja y los olivos de Sojuela
tienen el perímetro de tronco más grueso con 7,50
metros.
Ezcaray, Anguiano y Villoslada de Cameros son las
localidades riojanas con mayor número de árboles
singulares en su territorio. En Ezcaray se
contabilizan cuatro árboles singulares: la arboleda
del Sur (formación que incluye 136 ejemplares de
castaño de indias), el cedro del Palacio Azucárate,
el haya de los Pastores y el fresno de Gusaila. En
Anguiano se encuentran tres: el castaño de la Nisia,
el haya Torcida y el tejo de Anguiano, mientras que
Villoslada de Cameros, en pleno Parque Natural
Sierra de Cebollera, cuenta también tres árboles
singulares: el abedul de la dehesa del Rebollar, el
negral de la Irruz y el pino candelabro.
Los tejos del Urbión son los árboles singulares que
crecen a mayor altura, a 1.600 metros, seguidos del
pino candelabro de Villoslada de Cameros, que lo
hace a 1.586 metros.
Los árboles singulares en La Rioja y su protección
En la actualidad, los árboles singulares están
protegidos por la legislación riojana. La primera
normativa autonómica que hizo referencia específica
a estos ejemplares fue la Ley 2/1995, de 10 de
febrero, de Protección y Desarrollo del Patrimonio
Forestal de La Rioja, que contempla la figura legal
de árbol singular y, unos años más tarde, el Decreto
114/2003, de 30 de octubre, que la desarrolla.
Los árboles singulares se definen como “todo aquel
ejemplar arbóreo o agrupación de árboles que se
considere excepcional por su belleza, tamaño,
vinculación a un monumento o paisaje, especie o por
cualquier otra circunstancia que lo aconseje”.
La declaración de árbol singular se realiza por
orden de la Consejería de Turismo, Medio Ambiente y
Política Territorial y en el procedimiento se debe
dar audiencia al propietario del árbol y a la
entidad local donde radiquen.
Todos los árboles que se declaren singulares se
incluyen automáticamente en el Inventario de Árboles
Singulares de La Rioja, que es un registro
administrativo de carácter abierto. |